Como todos sabréis, hoy se cumplen 25 años del intento de golpe de estado de Tejero. No me voy a poner a analizar tal suceso, sus repercusiones ni nada por el asunto, muchos lo habrán hecho ya e imagino que más de uno ya estará aborreciendo el tema. El 23 de febrero de 1981, me quedaba poco por cumplir un año de vida así que como imagináis no me acuerdo de nada de nada de nada. Según me ha comentado varias veces mi padre, en el momento de enterarse de la entrada de Tejero al congreso de los diputados, le dijó a mi madre que fuese preparando las maletas, que como el golpe de estado tuviese éxito, nos íbamos hacia Francia (siendo mi madre francesa, no era una opción remota). Él no quería que su hijo sufriese una dictadura como le tocó vivir a él. Al final, por fortuna, las aguas volvieron a sus cauces... pero y si lo de Tejero hubiese tenido éxito... ¿que hubiese sido de mi vida?Imagino que nos hubiesemos ido a Toulouse, viviendo durante un tiempo en la casa de mis abuelos maternos y luego encontrando alguna choza de mala muerte. Imagino que, al igual que nos pasó aquí, mis padres hubiesen ido trabajando mucho y duro y, poco a poco, nuestra calidad de vida habría ido mejorando. Yo, con los años, me habría convertido en un francés 100% con antepasados españoles y que, por tanto, chapurrearía un poco el castellano. De catalán, ni puta idea. El Barça, a pesar de mi padre, sería un equipo más para mi. De hecho, el fútbol me interesaría más bien poco. Lo mío sería el rugby y sería un fanático del Stade Toulousain. Mi otro deporte favorito (al igual que el resto de franceses): hacer huelga claro. XDDD. De vez en cuando, vendría a veranear a algún pueblo costero (de preferencia Salou, si vamos a ser cutres, seámoslo hasta la médula), me pondría rojo como un tomate y me intentaría ligar a las chicas autóctonas. Estas no me harían ni puto caso y acabaría intentándolo con la inglesa cachonda del camping vecino que supuestamente se ha tirado todo dios. Evidentemente, otro fiasco. Al volver a mi país renegaría de los españoles, de la paella, los toros y de la sangría aunque como recuerdo me habría comprado un sombrero méxicano. Con el paso de los años, mis incursiones al país vecino serían cada vez menores y mi contacto con la familia de Barcelona, mínimo. Picasso me parecería el mejor pintor francés de la historia y Zizou (a pesar de mis preferencias hacia el rugby), el nuevo mesías. Intentaría rememorar Mayo 68, votaría al partido comunista francés y mis amigos se llamarían Mohammed, Simon, Pepe o Jean François (el único que no tendría ningún antepasado immigrante en dos generaciones -a la tercera, ya sí-). Me apuntaría a todas las manifestaciones y sería miembro activo de Greenpeace. O no. Mejor. Odiaría a arabes, negros y mestizos. La inmigración me parecería una plaga, renegaría de mis orígenes y lógicamente votaría por LePen y su "Front National". En cualquier caso, con mi sueldo de funcionario, me acabaría de comprar un coche nuevo. ¿El anterior? Pues, como no, sirvió hace un par de meses como material para avivar las llamas de una barbacoa callejera...Cocinaría a base de mantequilla, Christophe Lambert y Gérard Depardieu serían mis actores fetiches (tiene mucho mérito triunfar a lo grande en Hollywood), en música, mi pasión sería la "variété" francesa, tendría la habitación invadida de cómics (franceses claro), me apuntaría a clases de inglés y de alemán (y seguiría hablando más mal que bien el castellano)... Bufff... Creo que nunca había visto mi vida con tan buenos ojos. ____________manu chao - desaparecido
Jajaja, gran post!!
Fíjate. Esa tarde-noche estábamos en casa mis padres, mi hermano y yo, en la cocina, con la tele pequeña. Mi hermano estaba en la universidad y había cumplido su primer verano de milicias universitarias (la mili era obligatoria), de modo que estaba en edad militar, era alferez de complemento, y tenía todas las papeletas para que le llamasen a filas en caso de follón. Entonces los tanques salieron a la calle en Valencia e imagínate el acojone que nos entró, especialmente por mi hermano. Sonó el teléfono y era mi familia de Canadá. Si el golpe hubiese triunfado, se hubiese liado una muy gorda, otra guerra, porque la gente no iba consentir aquello. Y al día siguiente mi familia y yo hubiésemos cogido el primer avión para Toronto.
Joer, todos tenéis familia por fuera. Yo lo más parecido son unos primos de mi padre que paran por Venezuela, que ni él mismo sabe muy bien que es de ellos.
Así que supongo que mis padres habrían seguido por Valencia con mis hermanos, ¡¡y estería por ver si yo habría llegado a nacer!!
Yo vengo aquí (bien) recomendado (por Ismo).
Tengo un compañero de trabajo francés, de padres españoles, al que le voy a enviar tu escrito, para darle la brasa.
Y es que dicen que el que vivimos es uno de tantos mundos posibles paralelos...