Una historia del Bronx


E-mail this post



Remember me (?)



All personal information that you provide here will be governed by the Privacy Policy of Blogger.com. More...



Justo al lado de casa tengo una pista de básquet. Incontables las pachangas (y no tan pachangas) que habremos jugado allí. Hace unos años cuando mis amigos y yo teníamos más tiempo libre era nuestro territorio, nos pasábamos la vida en la cancha. Debido a nuestra presencia y la de las generaciones posteriores el suelo cercano a las canastas se ha ido gastando con el paso de los años y cada día que pasa es más y más resbaladizo.
Por decirlo suavemente no tengo especial simpatía por los que, actualmente, más rato estan en la pista. Por varias razones:
- no soporto que vayan de estrellitas cuando no lo son. Si has fallado un tiro a canasta no te inventes una falta inexistente, majo, si eres malo asúmelo.
- ¿es realmente necesario jugar a baloncesto con siete muñequeras, dos cintas de pelo, un collar que pesa cuatro kilos y, obviamente, vestido a la última en lo que a ropa deportiva se refiere? Chico... que esto no es el Bronx. Llevar el primer pantalón corto que has pillado en el armario y una camiseta guarra con publicidad del bar donde has pillado una caraja la noche anterior o de la tienda donde tu padre compra herramientas es más que suficiente. "L'habit ne fait pas le moine".
- algunos deben estar más que agradecidos a Dios que en las pistas guarras y en sus pachangas no haya tiempo de posesión... que si me tiro tres horas botando la pelota entre las piernas, que si hago un pase por la espalda sin sentido, que si amago treinta veces... etc etc... ahora bien, a la hora de tirar a canasta ya es otra cosa. Aunque bueno igual aún no se han enterado que el objetivo es que la pelota penetre dentro del círculo, no que toque el aro. A ver si nos enteramos que esto es baloncesto, no el circo.
- esto de que se lleven el radiocaset y pongan música a todo volumen lo podría soportar... si no me pusieran día sí y día también las peores canciones de R'n'B que deben existir.
Pues bien, hace un par de días, por la noche, esta gente tuvo una idea (se ve que, a veces, a ellos también les pasa). Para no resbalar tanto jugando, movieron la canasta de sitio (entre unos cuantos se puede hacer). Cuando lo ví, pensé "mira, si hasta han tenido una buena idea y todo..." claro que dos segundos más tarde reaccioné y me dije "serán gilipollas..." ...y es que al ser de noche no se dieron cuenta que tal como han puesto la canasta ahora, da el sol de cara toda la tarde... Bueno, tampoco se le puede pedir peras al olmo.

______________

morrissey - the first of the gang to die


3 Responses to “Una historia del Bronx”

  1. Anonymous Anónimo 

    Lo que no puedo entender es la manía de esa gente de llamar R&B a esa pachanga insufrible que suelen llevar a toda leche ya sea en la cancha ya en su coche tuneado... Para un niño de estos, por ejemplo, los JGeils no hacen R&B, los Blues Brothers no son R'N'B (cágate)... En fin, que van sobrados de cultura popular afroamericana. Bof. Lo único que tienen de negros es la fachada.

    Y la verdad es que he jugado poco al baloncesto, pero acabo de darme cuenta de que las pachangas en las que me metía no tenían posesión... estaba constantenmente rodeado de tipos que botaban y botaban (jaja y se la pasaban de los huevos a la nuca y de allí al sobaco)... Claro que la cosa se arreglaba cuando la bola me llegaba a mí: yo soy incapaz de botarla, mi idea del baloncesto es que hay que cuando pillas la bola hay que tirar... creo que puedes dar tres pasos, pero si tiras rápido te ahorras llevar la cuenta :):):)

  2. Anonymous Anónimo 

    ¿Los Blues Brothers? ¿Y esos quienes son? ¿El grupo de Eminem? jejejeje

    En básquet, eres de los míos. Si un día con un poco de suerte metes tres seguidas genial... la fama de "raza blanca tirador" te seguirá allá donde vayas toda la vida...

  3. Anonymous Anónimo 

    Ay, cómo se echan de menos las pachanguillas. Últimamente estoy de suerte porque estamos alquilando el grupo de amigos el pabellón de la universidad y nos vamos a jugar allí, pero claro hay que pagar y ya no puede ser todos los días. Antes era otra cosa: las tardes enteras con 3x3 o lo que sea, tirando triples para entrenar...en fin, qué tiempos. Y sí, también había chulos o musculitos que querían hacer sus pinos. Y era entonces cuando te sentías el rey, porque mucho músculo sí, pero un leve amago de tiro y tenías al tío volando dos segundos mientras tu estabas ya levantándote en otro lado para clavarla. Ay, qué tiempos...

    En fin tío, un día bájate del trono y ve a enseñarles cómo se juega.

    Salud.

Leave a Reply

      Convert to boldConvert to italicConvert to link

 


About me

Previous posts

Archives

Links


ATOM 0.3