El triple de Nacho

Published 17.11.04 by áLEks! | E-mail this post

Mis primeros recuerdos de baloncesto son bastante difusos… Tengo grabadas en la mente algunas imágenes de los juegos olímpicos de Los Ángeles, de la primera de una larga lista de finales perdidas por el Barça en la entonces llamada Copa de Europa (contra el Banco di Roma), los duelos Bird – Magic, recuerdo a Simpson, aquél excéntrico base-escolta fichado de un equipo irlandés (el americano más barato de la historia del Barça) que dio un rendimiento sensacional…
Pero lo más lejano que se me ha quedado grabado en la memoria es aquella Copa del Rey (mejor dicho, la final de aquella competición) disputada en Valladolid y correspondiente a la temporada 87/88.
Real Madrid y Barcelona habían cumplido los pronósticos y se aprestaban a disputarse el título. Los blancos partían como favoritos frente a un conjunto azulgrana que, pese a mantener el tipo en la Liga ACB, tenía problemas en Europa. En aquellas épocas, el equipo de fútbol del Barcelona no es que diese muchas alegrías y yo me había convertido en un auténtico devoto de la sección de basket. Y es que además de conquistar títulos, tenían un equipo lleno de figuras carismáticas imborrables en mis recuerdos… Norris, Epi, “Chicho” Sibilio, Jiménez… y mi preferido, Nacho Solozábal. Estos títulos, además, tenían el valor añadido de que el Real Madrid también disponía de una gran plantilla… Corbalán, Fernando Martín, Biriukov, Iturriaga…
El partido, fue, como todos los Madrid-Barcelona, un duelo sin concesiones. Un tú a tú con emparejamientos estelares como Corbalán-Solozábal o Fernando Martín-Audie Norris.
La final se desarrolló bajo los parámetros de la igualdad que se exigen en estos enfrentamientos. Sin embargo, el final no fue apto para cardiacos. El Madrid entró en el último minuto con ventaja en el marcador (79-83). Canasta del Barcelona (81-83) y posesión para los blancos. Obviamente, los azulgranas cometen una falta rápida y los blancos deciden sacar de banda antes de lanzar un "uno más uno" (reglas extrañas de la época). Mala elección de Lolo Sainz. Fernando Romay comete la quinta falta en ataque y el balón queda en poder de los azulgrana.
Fueron unos segundos de infarto. Sainz ordenó defensa "a muerte" a Epi, pero él no fue el encargado de apuntillar a los blancos. Llorente se había quedado en una ayuda... el balón llega a Solozábal y este no desaprovechó la oportunidad para sentenciar con un triple en el último segundo (84-83). Aún veo a Nacho cerrando los puños y gritando su alegría mientras todos sus compañeros se lanzaban sobre él…
En la rueda de prensa posterior al choque, Lolo Sainz dejo una frase para la posteridad : “lo peor en estos casos no es perder el partido… sino la cara de tonto que se te queda…”

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