Hoy cumple 44 años, el que ha sido, según mi criterio, el mejor jugador de todos los tiempos, Diego Armando Maradona.
Su debút en primera división argentina lo hizó a 10 días de cumplir los 16 años y en la primera pelota que tocó, le hizó un caño a un ríval. No podía ser de otra manera.
Sé que para muchos, Maradona es sínonimo de drogas, de como destrozarse teniendolo todo. Incluso algunos lo encuentran patético.
Pero yo prefiero quedarme con lo bueno, con lo extraordinario que era con el balón en los pies, con ver un estadio lleno a rebosar una tarde de un caluroso verano del 86 y él gambatear a cuanto oponente (inglés) se ponga enfrente para salir gritando el gol de su vida, quizás el gol más grande (por su belleza, por su importancia, por su trascendencia...) de la historia del fútbol mundial. Porque siempre ha estado del lado de los más humildes, que nunca ha olvidado sus órigenes. Porque ha pesar de darse un batacazo tras otro por culpa de las drogas él nunca le ha hecho daño a nadie y siempre será aquél pibito que contaba los caños que les hacía a sus rívales.

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andrés calamaro - loco